Se plantea un centro de observación del Embalse del Atazar y de todo el entorno natural que lo rodea. Se presenta como una formación rocosa que emerge del suelo, un nuevo tipo de roca madre a modo de cristalización mineral que aflora al margen de la presa. Contiene una sala de exposiciones, sala de proyecciones, aula para unas 30 personas, y zona de descanso, además de miradores que enmarcar las impresionantes vistas de la zona.